ACTITUD DEL HOMBRE ANTE LA MUERTE

El pasado martes 6 de junio de 2017 se celebró la sesión de Clausura del Itinerario “Psicosomática y Filosofía de la ciencia” en el Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla, organizado por la Dirección General de Salud Mental del RICOMS y la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática (SAMP).

En esta ocasión, D. José Manuel González Infante, Catedrático de Psiquiatria (Cádiz) fue el encargado de moderar la sesión. D. Manuel J. Mejías Estévez -Médico de Familia y C.P.UGC Oncología Hospital de Jerez. Profesor de la Universidad Pablo Olavide. Sevilla- y D. Jacinto Choza Armenta -Catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla-, fueron los ponentes invitados para este sexto Seminario titulado: “Actitud del hombre ante la muerte”.

De la intervención, caben destacar las siguientes aportaciones:

El objeto de la Antropotanatología se centra en ver la muerte a partir de tres perspectivas, la del otro (objetivamente, como puede suceder en los profesionales de la salud ante un proceso de muerte), la del (familia, amigos…) y la del yo (la vivencia subjetiva de la propia persona).

Algunos temas concretos como el suicidio o la jubilación han conducido a algunos profesionales de la salud a ampliar su interés por la muerte, coincidiendo con la necesidad de que haya una formación o preparación para la atención de la muerte como proceso vital. Y por tanto, esta preparación en el proceso de muerte debería consistir en: autoconocimiento, implicación del sistema sanitario, competencia para tomar decisiones, estar informado y finalmente disponer de cuidados paliativos para dar respuestas adecuadas, es decir, para ayudar a morir bien a las personas que son atendidas. Porque, “la muerte no es evitable, pero la mala muerte sí”.

Kierkegaard habla de tres estadios al respecto:

–        Existencia estética: sin complicaciones, es práctico, vive en el momento, el aquí y ahora. En este estadio el hombre opta por sí mismo, por su individualidad, por su particularismo.

–        Existencia ética: preocupado por los planes y proyectos del futuro. El individuo opta por la seriedad de la existencia. Mientras lo estético es fugaz, lo ético es duradero. En el estadio ético entra en el ámbito de la responsabilidad y el deber.

–        Existencia religiosa: lo místico, el gran salto a la fe. Expresión del abandono más absoluto. “Encontrar la eternidad en el tiempo presente”

Existe el miedo a la disolución del yo, a la perdida de la identidad. Se teme porque el mundo relacional se pierde en el momento de la muerte. Todo ser humano tiene y/o siente la necesidad de trascender, planteándose la entidad de su legado y procurando cerrar cuentas pendientes.

Se dice que, el día más importante de nuestra vida es aquel en que nacemos, y en segundo lugar aquel en que morimos. Por ese motivo, “una vida sin sentido no es vida, es muerte”. Así pues, si nos preguntamos cuándo prepararnos para la muerte, habría que responder que desde el primer al último día. Ya que, la angustia por el desconocimiento del más allá se aliviaría a través de la formación desde el conocimiento para disponer de elementos/recursos ante la muerte (Antropotatología).

Esther Rodríguez Díaz

Psicóloga Sanitaria. Centro Médico Psicosomático. Sevilla.