«El desconocimiento del “enfermo mental” procede de una excesiva diferenciación de las personas y de los valores en una sociedad. Es muy posible que en una sociedad presente o futura en donde no hubiese bastante libertad y consideración hacia los valores espirituales propios a cada individuo, el “enfermo mental” sería, como ya lo fue, olvidado y oprimido.»
Henri EY (1900-1977)
El título del presente artículo ha sido el tema que abría —y se mantendría en los tres días de trabajo— el XXII Congreso Nacional de Psiquiatría, celebrado en Bilbao del 26 al 28 de septiembre de 2019.
Hemos podido constatarlo con toda claridad y se ha hecho presente con interesantes conferencias, mesas redondas, simposios, encuentros con el experto y pósteres desarrollados sobre la base de cinco líneas simultáneas que dieron gran dinamismo al amplio complejo palacio de Euskalduna.
Desde todas las facetas de la teoría y la práctica psiquiátricas se ha desarrollado ese quien que es el paciente, así como las exigencias que su dignidad como persona exige a la hora de recibirle, observarle, escucharle, entenderle, instruirle y respaldarle en el intento de recuperar su quebrantada salud.
Una pregunta caló el pensar de los participantes: ¿Está en crisis la psiquiatría? Abundaron los comentarios de pasillo y muy interesante resultó la Mesa integrada por los Profesores Jerónimo Saiz Ruiz, Marina Díaz Marsá y Guillermo Lahera Forteza que versó sobre este tema. Con claro resalte de los progresos vividos hubo que considerar, también, las divisiones y el estancamiento en resultados pese a la enorme investigación llevada a cabo. Pros y contras a la respuesta afirmativa para la crisis y claras líneas de avance a proseguir en los años venideros.
Un dato de gran interés resulta ser el elevado número de jóvenes psiquiatras asistentes. Y quizá igualmente significativo podría ser la clara prevalencia de mujeres participantes, tanto en ponentes y en autores de pósteres como de asistentes en general.
La Relación persona-medioambiente ocupó un buen espacio en exposiciones, trabajos e investigaciones. La Epigenética está en alza y el cuidado a tener en la valoración y manejo del entorno, hábitos y conductas parece necesario en ese cuidado de la salud mental y general de la persona, tal como señalábamos al principio.
La Medicina Psicosomática estuvo presente en diversos foros: recursos psicosomáticos ante el dolor y el sufrimiento, correlaciones psico-neuroinmunológicas, programa Cibersam de Trastornos psicosomáticos en ansiedad y control de los impulsos. La Psiquiatría Psicosomática resultó relevante en las intervenciones de los Dres. Ignacio Gómez-Reino Rodríguez, Antonio Lobo Satué, Gracia Lasheras Pérez y Amanda Rodríguez Urrutia.
En torno a la Infancia, biografía y enfermedad mental destacaremos la interesante exposición de la Profª. Lourdes Fañanás Saura.
La Perspectiva ética fue desarrollada con las ponencias de los Dres. Manuel Martín Carrasco (elegido Vicepresidente de la S.E.P.), Manuel Bousoño García y Manuel Sánchez Pérez en temas tan importantes como el secreto médico, la contención física de los pacientes o la consideración histórica del Homo Ethicus.
Ya el psiquiatra Henri Ey, quien consideraba la patología mental como la patología de la libertad, adelantaba lúcidamente que la Persona es un:
«…sujeto capaz de resolver los problemas de la existencia conforme a su propia concepción del Mundo. Y por problema no es preciso entender sólo los “intelectuales”, que exigen una solución operacional lógica según los valores de objetividad o de verdad, sino también los denominados morales o situacionales, los cuales exigen una solución afectiva en función de los valores intersubjetivos de la coexistencia con los otros.»
En efecto, la Psiquiatría de las personas es un lema digno de ser mantenido para que en circunstancias actuales como la hipertecnificación, la hipervaloración farmacológica —que, paradójicamente, va en detrimento de su innegable utilidad— o la complejidad de clasificaciones nosológicas no nos desvíen del que debe ser, es y será esencial objetivo de nuestros quehaceres terapéuticos: la persona enferma.
. Dr. Manuel Álvarez Romero, Médico Internista
Dr. José Ignacio del Pino Montesinos, Médico Psiquiatra